Voy loco perdido estos días y no me dan los tres sentidos y medio que todavía me funcionan para asimilar todo lo que va sucediendo en mi vida, la profesional y la otra. Aunque la otra anda tan aplastada que ya se va pareciendo cada día más al Coyote del Correcaminos después de haber sido planchado por la recurrente apisonadora. Pues eso, tenía que haber puesto algo por aquí anunciando las representaciones que estamos haciendo en la Carme esta semana y no he encontrado el momento hasta ahora, en fin, como nunca es tarde… Quedáis todos invitados a ver este raro espectáculo en el que nos transtornamos David Durán, Àgel Figols y yo mismo reviviendo lo que les sucede en un libro a dos personajes alucinantes: Sancho y Quijote. Me resulta muy complicado hablar de mi experiencia íntima en esta representación, tened en cuenta que me la metí dentro hace 17 años y ahí sigue macerando. Lo que si puedo decir es que el reencuentro de ayer con el público más cercano a nuestra casa fue muy emocionante. Cuando lo acabe de asimilar ya me pondré a escribir por aquí algo con más enjundia, de momento dejo algunas fotos de anoche mismo y las acompaño con besos, abrazos y todo tipo de estrujamientos para David y Àngel en particular y para todo el resto de bambalinosos en general a los que debo añadir al equipazo de la Carme que ahí estan cada día con todos los detectores enchufados para que todo salga a la perfección (Sí, Raúl, me refiero a ti).
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