Hubo un gran ventrílocuo, showman, músico y titiritero valenciano que desarrolló su actividad artística a lo largo de las primeras décadas del pasado siglo. Un prohombre nacido en Anna y cuyo itinerario profesional le llevó primero a Valencia, luego a muchos de los innumerables teatros que en aquella época había diseminados por toda España, más adelante saltaría hasta algunas ciudades europeas, culminando con una serie de exitosas giras que incluían a casi todas las capitales iberoamericanas. Paco Sanz fue un hombre culto y liberal que trataba con amable ironía en sus espectáculos la situación política y social de su tiempo y su país. La Guerra Civil Española le sorprendió en París y allí permaneció hasta que esta finalizó, justo entonces regresó a su casa de Anna y al poco murió, tal vez de tristeza, por darse cuenta que el arte al que había dedicado su vida ya no tenía sentido en aquella nueva España del miedo, el odio y la sumisión. La biografía de este ilustre titiritero había permanecido en uno de los infinitos cajones atrancados de nuesta historia hasta que hace unos años apareció una increible película que él realizara junto con Maximilià Thous en el primer estudio cinematográfico que hubo en Barcelona. En esta película, a modo de documental, aparecen fragmentos de su espectáculo con algunas explicaciones sobre la técnica de manipulación y al final de la cinta se puede ver una pintoresca historia, muy del gusto de la época, protagonizada por los muñecos de Paco Sanz, en lo que sin duda puede considerarse, una de las primeras películas de animación del cine universal.
Nosotros (Bambalina) hace aproximadamente quince años que tuvimos noticia de la existencia de este ilustre teatrero valenciano y ya entonces quisimos investigar sobre su vida y su recorrido profesional. Entramos en contacto con su familia que sorprendentemente conservaba con sumo cuidado todos los muñecos que Sanz utilizó en sus montajes. Poco después pusimos en pie un proyecto museístico en Albaida dedicado a los títeres, proyecto que todos conocéis. Desde que el Museu Internacional de Titelles d’Albaida inició su andadura mi hermano Josep ha estado en contacto con los familiares de Sanz para poder exhibir alguna de sus fabulosas piezas. Al cabo de todos estos años la tenacidad y los dotes de persuasión de mi hermano han fructificado y el Museo ha recibido la donación de cuatro personajes que muy pronto pasarán a formar parte de la amplia colección del Museo albaidense. Ahora mismo las piezas se encuentran en manos de Inma Expósito (compañera y restauradora) asesorada por varios profesores de la Universidad de Bellas Artes de Valencia. Ella misma, espero que pronto, contará aquí mismo su aventura. Mientras tanto hago yo esta pequeña introducción para que cuando Josep y Inma se decidan a contar sus respectivas experiencias ya tengáis algo de información. Inma me ha pasado una foto alucinante, bueno, más que una foto es una radiografía de una de las manos de los títeres en los que está trabajando. Se aprecia perfectamente el grado de sofisticación técnica al que había llegado este creador de autómatas, como a él le gustaba llamarles.
Radiografía tomada por el Dr. José Madrid, del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Facutad de BBAA de València.
Por si os apetece saber un poco más sobre la trayectoria de Paco Sanz os dejo este enlace en el que aparece su biografía.
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