El cielo en una estancia

Un espectáculo con textos de Jaume Policarpo, Xavier Puchades y Paco Zarzoso

[ ] Verdadero / [ ] Falso

Cuando piensas en lo vivido inventas un ámbito imaginario donde poder recrear tus evocaciones. Este espacio (como la escena) alberga un mundo reconstruido que tiene nexos de unión con la experiencia verdadera que sucedió en un tiempo pasado, aunque también, al tratarse de una vivencia recuperada con la memoria y animada de nuevo en nuestra imaginación, adquiere inevitablemente matices añadidos. Recuerdos coloreados.

Al pensar en lo que nos sucedió, nuestra vida se despega de la realidad, se diría que florece. Este acto que realizamos cotidianamente, sin apenas percibirlo, tiene algo de creación pura. Todos reconstruimos con nuestra memoria experiencias donde conviven en perfecta armonía lo real y lo imaginario, a manera de solución perfecta dotada de una coherencia que el artista más genial ya quisiera para su obra.

Indagar en estos procesos nos resulta emocionante: la vida se despliega cuando la recordamos (la rehacemos) para pensarla, para contarla, para escribirla, para representarla.

Hemos querido que el escenario sea el lugar donde converge lo que ocurrió, lo que pensamos que ocurrió, lo que soñamos que ocurrió, lo que hubiéramos deseado que ocurriera y lo que nunca debió ocurrir… y para ello hemos acotado nuestras cavilaciones en el territorio de los sentimientos… y aquí, ya se sabe, resulta imposible acertar a verdadero o falso.

El Cielo en una Estancia intenta transportarnos a esos mundos extraterrenales que transitamos con verdadero delirio cuando caemos víctimas afortunadas del AMOR. Quien piense que esto del amor es una palabra apolillada que a duras penas consigue sonar bien en las canciones románticas, le queda la alternativa de los estrógenos y la testosterona… Aunque frente a palabras tan malsonantes la opción parece obvia.