Ando pescando ideas para alimentar un proyecto que pueda tener sentido en el marco del festival más interesante que se viene celebrando en ésta, nuestra queriaborrecida ciudad; Valencia. CHAN, CHAN!!!! El V.E.O. Poder participar en la próxima edición supone para nosotros un verdadero reto acojonativo a la vez que entusiasmante y revitalizante a la vez que expuesto en el sentido chungo y en el genial. Bueno, aventurilla de las gordas al fin y al cabo de la que esperamos participéis todos de una u otra manera.
Para daros una primera señal pongo a continuación una típica parrafada policarpiana de las que se han colado en el proyecto. Lo siento!
Objeciones a los objetos
Rara vez pensamos en los objetos al margen de su función. A las cosas útiles se les da un uso y es ese uso su razón de existir. El objeto artístico puede que sea el único que se libra de esta coacción. Reclamar una mirada nueva; la que surge de liberar a los objetos de la función para la que han sido ideados y construidos. Mirar de nuevo a todos y cada uno de los objetos como si fueran creaciones artísticas. ¡Uf! Ahora, en un santiamén, se nos ha llenado el objeto de sugestiones y potencialidades: su forma, color y volumen parecen albergar una intención plástica, su apariencia esconde una significación, en su interior vive una metáfora. Este nuevo objeto parece tener la capacidad de aceptar o rechazar un código de movimiento, un contexto poético, y al igual que todo bicho viviente es apto para la representación. Es tan fácil como colocar el objeto elegido sobre una peana en medio de la amplia sala blanca de un museo de arte contemporáneo. O más fácil todavía, dárselo a un buen titiritero.