He estado esta tarde viendo la ópera Philemon und Baucis de Franz Joseph Haydn en la sala Martín y Soler del Palau de les Arts de Valencia. Hay programadas cuatro representaciones hasta el próximo domingo 15 de enero y recomiendo encarecidamente la asistencia a todo aquel que ame la música y el arte de las marionetas ya que se trata de una experiencia muy rara y valiosa que nos permite retroceder en el tiempo de un modo asombroso. Podemos introducirnos por obra y gracia de la compañía milanesa Carlo Colla & Figli en los prodigios escénicos que se creaban en la Italia del siglo XVIII de una manera tan fidedigna y esmerada que nos sentimos literalmente en la piel de los milaneses o vieneses que contemplaron estas representaciones hace más de doscientos años. Me ha resultado especialmente grato poder apreciar de manera tan viva el enorme valor de ciertas tradiciones culturales europeas que siguen milagrosamente vivas gracias a la sensibilidad y a la laboriosidad de varias generaciones de marionetistas que han sabido proyectar al futuro una herencia fabulosa.