Cosmos

Objeto desechable

De los infinitos objetos que hemos inventado con una intención puramente práctica hay algunos que ahora nos resultan especialmente inquietantes: los objetos de un solo uso, los desechables. Se fabrican y distribuyen por millones y su capacidad invasora es tal que donde haya una persona, estas manufacturas se congregan en masa a su alrededor. Son de uso tan corriente y generalizado que se han tornado invisibles. Si hubiera que crear un antagonista -permitidle la expresión al titiritero- perfecto del objeto artístico, único, bello, insólito y expresivo; éste sería, sin ninguna duda, el objeto desechable. No sé de qué modo miramos aquel día el vaso de plástico en el que nos estábamos tomando el café con leche pero… Saltó una chispa que iluminó la esquina donde se queda atascado todo lo que arrastra el aire los días ventosos. Y se abrió un mundo, un cosmos poblado de planetas con forma de vaso que orbitaban unos alrededor de otros siguiendo un orden secreto.